El Tribunal de Apelación de Salé, ciudad vecina de Rabat, emitió este miércoles una nueva condena a muerte para el grupo yihadista que asesinó y decapitó a dos turistas escandinavas el pasado mes de diciembre en una montaña del Atlas marroquí al sur de Marrakech.
El tribunal mantuvo casi todas las penas pronunciadas en primera instancia el pasado julio, pero a las tres condenas a muerte de entonces este miércoles agravó la pena de un cuarto condenado de la perpetuidad a la pena de muerte, y también elevó la pena de otro condenado de los 15 a los 20 años de cárcel.
El hispanosuizo Kevin Zoller Güervos, que en los dos procesos en primera instancia y en apelación ha tratado de desvincularse de los asesinos confesos, vio confirmada su condena a veinte años de prisión.
El principal acusado y líder del grupo, Abdesamad el Joud, de 26 años, utilizó su último turno de palabra para dejar claro que no sentía el menor arrepentimiento, hasta el punto de que pidió ser ejecutado.
Mostrando una gran sangre fría y sin manifestar el menor síntoma de miedo o preocupación, dijo al tribunal: "Dejaos de derechos humanos. ¡Matadnos ya y así os quedáis tranquilos!", dijo El Joud, tras argumentar que así acabaría el sufrimiento de sus padres "que hacen 500 kilómetros para visitarme y eso para poder hablar conmigo diez minutos y por teléfono".
Igual se comportaron sus dos cómplices, que le ayudaron materialmente en el asesinato y decapitación de las turistas y también condenados a muerte, en este último turno de palabra; uno de ellos, Younes Ouziad, comparó sin pestañear su caso con el del profeta Abraham (Ibrahim para los musulmanes).
Todos ellos, que recurrieron a versículos del Corán, proclamaron en alto su desvinculación con la sociedad y con el sistema político, mientras hablaban con un tono desafiante ante el tribunal.
Los cuatro condenados a muerte han confesado ser los autores materiales del asesinato de la danesa Louisa Vesterager Jespersen, de 24 años, y de su amiga noruega Maren Ueland, de 28, decapitadas el pasado 17 de diciembre dentro de su tienda de campaña cuando hacían montañismo en la localidad de Imlil en horas previas a su ascensión al monte Toubkal, cumbre del Atlas y del norte de África
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